J. C. Orozco
Con eso no come el pueblo
Junio 2010
Elogios a Calderón por su decisión de desaparecer el Impuesto sobre Uso y Tenencia de Vehículos, lo que de hecho ya estaba dispuesto y cocinado para su eliminación al finalizar el año 2012. A decir verdad no cabe ningún elogio, ni siquiera mezclado con críticas.
Felipe todo lo hace mal: lo malo y lo bueno. Decir que habrá un gran beneficio. ¿Para quién? porque cerca de cien millones de mexicanos no tienen ni la esperanza de disfrutar algún día un coche nuevo al paso que van las cosas bajo la desastrosa administración pública de nuestro país; y no me refiero solamente a la administración actual, sino a las que vienen.
¡Medida electorera! dicen todos. ¡Claro! es tan evidente, que disfrazarlo sería aquello de “tapar el sol….” Pero vale la pena reflexionar sobre algunos detallitos inherentes, como la depresión del mercado de automóviles nuevos que es el principal, y Calderón está pensando que con cargarle el monto del impuesto, que pretende eliminarse, al vendedor de las unidades para posteriormente trasladarlo al fisco federal, abaratará su precio y estimulará su adquisición. ¡Yo creo que no!
Para activar el mercado de vehículos nuevos, además del arbitrario gravamen que mucho dudamos que vaya a desaparecer si recordamos los intereses de los gobiernos de las entidades federativas, (exceptuando al de Querétaro), habría que condonar el impuesto sobre automóviles nuevos (ISAN) y el impuesto al valor agregado (IVA) aunque fuera transitoriamente. Así, yo creo que sí.
Que se beneficiará a un sector de la población, se dice, con motivo de la derogación del pago de tenencia. El beneficio a esos “sectores” que comen todos los días y les sobra para su carrito nuevo, es lo que tiene frito al “sector” del pueblo mexicano que come un día sí y un día no. Elogiar la medida de la presunta exención (por cierto fusilada, según los miembros del Congreso de la Unión), es opinar con mentalidad neoliberal y lo que necesitamos es una mentalidad socialista y nacionalista y así manifestarnos sin miedo de que nos digan que “somos un peligro para México” Sí somos peligrosos porque vamos a luchar por un reparto justo de la riqueza y a sacar toda la porquería del gobierno.
Felipe no puede ser elogiado porque todo lo ha hecho no sólo mal, sino peor. Hay una forma de que sea aplaudido por la mayoría del pueblo y tal vez hasta canonizado:
Renunciando a la presidencia de la República.
Dzunum
Al lector: “Nos vemos en la revista mensual Dzunum de junio” Gracias.
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